Afuera llueve y otros sonetos
GHABRIEL PÉREZ
AFUERA LLUEVE
Paráfrasis por María Elena Cruz Varela
Y nada era verdad. Todo mentira
el humo no llegaba desde el fuego
pues todo se quedaba para luego
la única verdad era la ira.
Éramos polvo y nada en la costumbre
transcurríamos leves y olvidados
por un cíclope muerto vigilados
que asfixiaba el paisaje con la herrumbre.
Desmadejada la ilusión a flote
la muchedumbre cabriolaba el bote
al verse sin futuro ni deidad.
Hacía aguas un país entero.
Las palabras perdían su asidero.
Todo mentira. Nada era verdad.
ISLA IN EXTREMIS
Por una isla infiel como ninguna
entre todas las islas que se han visto
escribo este poema de imprevisto
sin ilusión de salvedad alguna.
Dios sin duda que es menos pesimista
acoja en su celeste esta proclama
cuando mi alma in extremis clama
desde el último margen de la lista.
Cuando todos los sueños son vedados
y se vive entre dudas y centellas
muy lejos de la luz de sus estrellas
de su mapa de luz fuimos borrados.
Ella era una isla por mí amada
mas duele confesar: no queda nada.
ISLA NOSTRA
a Orlando Coré
Dos patrias tengo yo: Isla y la Noche
donde una niña enferma siempre llora
a falta de aire puro mi señora
—¿qué tiene?
—¡No ha dormido desde anoche!
Réplica de un país (de un mar y un cielo)
flotando sobre olas turbulentas
que no han podido hundir en las violentas
aguas ni poner fin a su desvelo.
Cuando la soledad la encoleriza
se va y tarde regresa con un canto
de dolor que da miedo que da espanto.
Noble niña fugaz. Barca sin prisa.
Isla en sordina de quebrada voz
por los caminos místicos de Dios.
Y PARÍS ERA UN CUERPO
a Moisés y Juan Santiago
Su piel adolescente era París
Renoir le había dibujado el talle
Van Gogh de girasoles era el valle
de un cuerpo que en la piel era París.
Era como decir que había lumbre
que el mundo estaba lleno de reflejos
y aunque quedase el Sena un tanto lejos
lo bañaban las aguas de su cumbre.
Tenía olor a lino y cafetines
a cigarrillo y frutas de Tahití.
Gauguin lo apastelaba de rubí
azul de raso y luz de querubines.
Era una piel paisaje sobrehumano
y ese cuerpo perfecto era cubano.
SONETO EN LA VENTANA
La ventana de luz en beneficio
arde desde la piel de la madera
del jobo que se yergue y reverbera
imantando a la zarza en sacrificio.
Un aletear en forma de paloma
atraviesa los muros del Inferno
cruza los mares del clamor eterno
para invocar la intercesión de Roma.
Se llena de espirales el ramaje
la cadena se parte en eslabones
se deshace la tarde en nubarrones,
pero el humo interpone su mensaje:
Santo Padre. Piedad. Lea de prisa.
Interceda por nos...
(Tropa mambisa).
Ghabriel Pérez (Holguín, 1968). Autor de los poemarios: En brazos de nadie (Premio de la Ciudad 1998), publicado bajo el sello Ediciones Holguín, que también le ha publicado Hijo de Grecia, 2005. Premio Manuel Navarro Luna (1999), con el poemario Necrópolis. Premio Calendario 2001, con El parque de los ofendidos (Casa Editora Abril, 2002). Premio Adelaida del Mármol (2006), con el poemario Mis amistades peligrosas, publicado por Ediciones Holguín. Premio Adelaida del Mármol (2013), con el libro de cuentos Caída de las estatuas. También ha publicado Escritos en el insomnio (Ediciones Holguín, 2018) Han cableado mi casa (Ilíada Ediciones, 2021). Ángel no grato (Neo Club Ediciones, 2021). Poemas, cuentos y artículos suyos aparecen recogidos en revistas y antologías de Cuba y otros países.