Las heridas del Hudson y otros poemas
RAFAEL BORDAO
Las heridas del Hudson
Tirado sobre las piedras incomprendidas
que marginan al río Hudson,
sobre esos reproches endurecidos
que han desairado las aguas,
veo pasar un cortejo silencioso y laxo,
turbios despojos de condones
que han perdido la emoción y el encanto
(la magia y el elogio de su estreno),
luego de haber sido despoblados
por los aficionados a la carnalidad;
condones que ondulan sobrios e inapetentes
sin ninguna continencia, desgobernados,lentamente exhiben su hundimiento,
su evasión del falo,
menospreciando la gloria que contuvieron,
el esplendor del fuego derretido,
su blanco diluvio de erudición
que ostentó el triunfo más largo;
condones que sobrenadan adelgazados
en estas aguas desleales
que han vomitado los peces.
Manhattan, New York, agosto 1990
Escombro de la noche
Para Reinaldo Bragado Bretaña
Más perlas en la escoria.
Juan Ramón Jiménez
Oh bienaventurados
los que deambulan con lentitud y mansedumbre
por las impuras calles de las urbes,
embelesados bajo los sucesivos aguaceros
de tanto poetizar entre los hombres,
extasiados de vivir en el limbo
sin más patria que el olvido,
buscando en los escombros de la noche
la identidad y el recuerdo.
Oh bienaventurados
los que buscan en el confín del orbe
la pulsación del infinito,
los filamentos del alma que se pudre
entre el polimorfo vulgo,
emboscados por una mixta soledad
de inequívoco desamparo,
donde a menudo los rostros se confunden
con las mercancías del mundo.
Eutanasia contra la monotonía
Dichosos, ¡oh gusanos!, que tenéis
justa conciencia de vosotros mismos,
y formas y pasiones
y hogares encendidos.
-Federico García Lorca
Los gusanos son siempre finalistas;
no sabemos la magia que los mete en las manzanas
en los poemas o en las personas,
le abren túneles a la fama del cuerpo
por donde trafican las quimeras del cadáver
en su callada y postrera residencia,
y se esconden en el célebre queso
con su adiposo contrabando,
obstinados en peregrinar por el mundo
con su hambrienta irreligión;
sólo algunos devienen lepidópteros
y vuelan entre las orquídeas y el gentío
donde todo es vigilancia y fundición
donde todo se bascula y estalla,
hasta el paciente tránsito de las orugas
que no tienen urgencia en desnudarse
y mostrar su destino linfático y triunfal,
allí donde los huesos de la eternidad
se esconden.
Corona del desterrado
La nieve es algo humano.
Javier García Sánchez.
Nieva , está nevando
tan apacible y solemnemente,
como si nuestras manos pasajeras
llenas de fibrosas expresiones
se hubieran quebrantado,
como si ya la nieve voluptuosa
unida al entendimiento de la sangre,
nos dejara en la memoria
lo más pequeño, lo más frío,
aquello que de repente apaga
las brasas incandescentes del espíritu,
que lento y agonizante sucumbe
bajo un exclamatorio alumbramiento.
Nieva, está nevando
como si ya nada se opusiera
a la caída, al desamparo,
como si no hubiera porteros
ni enterradores en el mundo,
acaso esta nieve
no sea más que un sordo aplauso
para el furtivo desterrado,
acaso sea el sepelio
de todo lo estentóreo y sombrío,
que irrumpe serenamente
sobre nuestras ufanas estridencias.
Nieva, está nevando
al otro lado de mi incendio,
allí donde se despelleja el silencio,
donde no queda hueso sano
para golpear la tristeza,
tal vez sea esta nieve la memoria
de todo el aburrimiento acumulado,
quizás sea lo que nos deja el orgasmo
en la creciente fusión de lo impreciso,
un exceso cimbreante de chispas
que apaga su combustión en mi cabeza.
Memorias del Niagara
a Laura.
Aguas capitales y turbulentas
que no callan sus nervios al que presiente
su afinidad secreta de romperse
en cada instante en cada vuelta
sangrando el epitelio de las horas;
aguas que desmontaron sus brazos
para desmoronarse en la boca del enigma
y poseídas por una combustión clandestina
derraman sus profusos bienes
ante los puntuales ojos del testigo;
aguas resueltas y desolladas
que le dejan al público su último reclamo
su atávico ronquido de embestir los escollos
su difusa y remolcada efervescencia
de vertiente y esencial vocabulario;
aguas trémulas y precipitadas
que perdieron el juicio y la conciencia
y se inundaron de intranquilas torceduras
a fuerza de evadirse y arrojarse
a la vetusta sed del precipicio;
aguas que fueron deportadas
y heredaron el divorcio y el grito
pero se prolongaron en la boda
y se enfurecieron y se desnudaron
antes de recibir el nupcial empujón;
aguas que no se salvarán del abandono
ni de la agitación ni del tajo
y a fuerza de impetuosas aventuras
se abren paso entre la sucesiva indolencia
de las piedras y los golpazos;
aguas que no se cicatrizan
por su tenaz inmigración entre las rocas
en donde dejan sus fulgurantes disputas
sus galopantes colmillos diluvianos
que se derriten desahuciados en la intemperie absoluta;
aguas atávicas y rotas
que desconfían del tatuaje de las fotos
y se escapan de los andróginos retratos
donde la eternidad filtra su tinta
tan sólo para quedarse con nosotros.
Aguas pasajeras y estentóreas
que le devuelven los aplausos al viajero
que se detiene a mirar el delictivo derrame
la demencia que resplandece y se desploma
en su desaforado y ágil caudal;
aguas gnómicas y letíficas
que se bebieron de un trago las palabras
cuyas goteras de peces lesionados
se atropellaron en la garganta del testigo
agazapado entre escombros de iluminación;
aguas indomables y elocuentes
que transforman la escritura del naufragio
en un ballet de anfibios glugluteos
por donde fluyen lívidos heliotropos
ahogados en el torneo de la fama;
aguas que prefirieron dar el salto duradero y nutricio
y echar las entrañas apasionadamente
en la ebriedad donde vagabundean los pájaros
que le arrancan al chorro ininterrumpido y ufano
los coágulos indefensos de gluglú.
Cobble Hill, N.Y., enero 11, 1992.
Adquiera el libro: https://www.amazon.co.jp/El-polvo-del-torbellino-Antolog%C3%ADa/dp/1960434012
Rafael Bordao, Ph.D. (La Habana Vieja). Poeta, escritor, editor, profesor y exiliado cubano. Estudió por extensión universitaria cursos de Periodismo, Historia de la Literatura, francés y Apreciación de las Artes Plásticas, entre otros. Obtuvo dos Maestrías y un doctorado en el Teachers College de la universidad de Columbia en New York City. Su obra poética ha recibido numerosos premios nacionales e internacionales. Es autor de los poemarios: Proyectura; Acrobacia del abandono; El lenguaje del ausente; El libro de las interferencias; Propinas para la libertad (Primer Premio / Premio Internacional de Poesía «Poeta en Nueva York» 1997; Los descosidos labios del silencio, Los despojos del sueño / The Debris of Dreams y Escurriduras de la soledad / Last Drops of Loneliness. Su poesía ha sido publicada en más de 60 antologías en inglés, español, francés y portugués, y en numerosas revistas literarias de Estados Unidos, Hispanoamérica y Europa. Su libro de crítica social, La revolución de Castro: Un aborto perfumado, se publicó en Colombia en 1999 al cumplirse 40 años del ego castrismo en Cuba. En 1998 fue honrado en el Teacher’s College de la Universidad de Columbia de New York, como «Homme de Lettres» (Medalla de plata y Diploma) de la Academia de Arts-Sciences-Lettres de Francia, y ese mismo año fue el ganador del Premio Internacional, “Fernán Esquío”, con sede en Galicia, España. Sus poemas han sido parcialmente traducido al inglés, francés, italiano, portugués y hebreo. Su tesis doctoral en Columbia University, La sátira, la ironía y el carnaval literario en Leprosorio (Trilogía Poética) de Reinaldo Arenas, fue seleccionada y publicada en el 2002 por la editorial norteamericana, The Edwin Mellen Press. Fundó y dirigió en Nueva York las revistas literarias internacionales: La Nuez (1988-93) y Sinalefa (2002-2014). Su libro El polvo del torbellino (Antología poética) se acaba de publicar (2023) en la editorial Betania (en ebook) y en Obsidiana Press. Ha ofrecido talleres de poesía y ha sido invitado a dar conferencias y a leer sus poemas en diferentes universidades, bibliotecas, y en la icónica Biblioteca del Congreso en Washington, D.C. Enseñó Español, Español Conversacional y Cultura y Literatura Hispánica en Columbia University, Saint Peter’s College, Mercy College, Montclair University, y en las escuelas públicas de Nueva York, de donde se jubiló en el 2014. En la actualidad reside en el sur de la Florida.
Para comunicarse con él visite:https://rafaelbordao.com o escríbale a su correo electrónico: edarcas@yahoo.com