Preferimos el Paraíso y otros poemas
JUANA ROSA PITA
Tiziano: La adoración de Venus
Preferimos el Paraíso
Santo admirado por los cielos,
feliz Felipe Neri era el patrón
de mi colegio allá en La Habana,
en que la calistenia al aire libre
y el canto sacro dentro
disponían el cuerpo y el espíritu
para eventuales cataclismos de alma.
Como aquel florentino que al perder
el barco aviado al africano puerto
se volvió misionero por las calles
de Roma y con niños abandonados,
antes que Palestrina preludió
el oratorio en la acústica
de la ruinosa iglesia que ocupaban;
las filipenses de ‘Nuestra Señora
de Lourdes’ convirtieron
la adversidad impuesta en hermosura.
Dicen que comenzaron a cantar
desde la calle Santa Catalina,
tocas al viento luego en la cubierta
del barco en que las expulsaban
–las milicias del odio y de la envidia–
de la isla en que gozoso amor sembraron.
Augurio de cosechas resonantes.
11 de febrero de 2022
Sostener la mirada a la aflicción
Hoy vi a Cristo Jesús:
sesenta y dos años tenía,
ojos radiantes de verter
lágrimas juveniles,
la barba y la cabeza en blanco
envejecidas de repente.
Le preguntaban lo imposible
de responder: razones
del mal abalanzándose
sobre sus hijos y sus nietos
en su país cantor.
Su llanto era por ellos.
“Ya empezó Cristo a padecer”,
decía mi madre al presenciar
una aflicción ajena.
Lloré por el Señor en él.
*
Hoy vi a Cristo Jesús:
era una niña de tres años,
como en juegos
acariciando el rostro de su padre.
Quería devolverle
la sonrisa extraviada, pero
él la fe tenía impedida
y el toque de su mano
no lograba el milagro.
Vi en ella a Jesucristo
con piadosa ternura insistiendo,
por puro amor, en darle,
a pesar del fracaso,
a un afligido el agua de la vida.
Escenas de este mundo
Tristes tristes las resonancias
de un Himno a la alegría
si en lugar de expresar
la que hacia afuera se abre paso
de tanto vibrar dentro,
solemnemente se propone
como consigna de mundanidad.
*
Cuando le preguntaron su secreto
la persona del mundo más longeva
(la hermana André de 118),
a ojos cerrados, plácida
y con sutil sonrisa leonardiana:
“El Buen Dios se demora demasiado,
se ha olvidado de mí”, les respondió.
La vida prometida
La abuela que nunca conocí
me dijo no sé cómo dónde cuándo:
“Tu tesoro reside en el fluir
del río fantasma”.
Y cuando pregunté dónde quedaba:
“Queda en lo que ahora eres,
con semilla de luz sembrada
en buena niebla (tu alma),
que tal vez pronto olvidarás
pero continuará en ti germinado”.
Nuevos sorbos venecianos
De Venecia aprendimos
la tenacidad de habitar
lo que se cree imposible.
*
Un milagro es el fruto
de la fe inconmovible
ante toda razón adversa.
*
Su gratitud los venecianos
de antemano exhibían.
La Virgen no fallaba.
Juana Rosa Pita nació en La Habana el 8 de diciembre de 1939. En 1961 salió de Cuba y desde entonces ha vivido en Washington donde, tras obtener el Primer Premio de Poesía para Hispanoamérica del Instituto de Cultura Hispánica de Málaga (1975), cofundó Ediciones Solar -"editorial itinerante", en palabras de Octavio Paz-, publicó Pan de sol (1976) y se doctoró en Literaturas Hispánicas; luego en Miami, Madrid, New Orleans (profesora invitada en la Universidad de Tulane) y Boston, donde reside desde 2005.
Ampliamente estudiada, antologada y traducida a seis lenguas, ha publicado treinta y tres títulos, entre ellos: Viajes de Penélope (1980), traducido y presentado en Italia, I viaggi di Penélope (Campanotto, 2007); Plaza sitiada (Libro Libre, 1987), Una estación en tren (Iberian Studies Institute, Coral Gables,1994), Premio Letras de Oro de Poesía - 1992-93; Infancia del Pan nuestro (1995); Tela de concierto (1999); Pensamiento del tiempo (2005); Se desata el milagro / Si scatena il miracolo (2016); e Imaginando la verdad (2019), que inauguró en Madrid las Ediciones Deslinde, seguido por La gracia en el tiempo / La grazia nel tempo (2021).
Por el conjunto de su obra poética ha recibido en Italia dos premios internacionales: el "VIII Ultimo Novecento de Pisa" (1985) por la sección "Poetas en el mundo", y el Alghero - "La cultura por la paz" (1987). Su Antología poética (1975-2018), con selección y prólogo de Alexander Pérez-Heredia, aparece en la Serie Biblioteca Cubana de la Editorial Verbum (Madrid, 2019).