Ese olor a después y otros poemas
LILLIAM MORO
Ese olor a después
Tu olor se balancea sobre las hojas de los árboles
que nos observan mudos detrás de las ventanas
y yo me vuelvo un árbol silencioso
que va secándose a tu lado
pues no logro aspirar el aire de esa angustia
que no me sabes describir pero que yace
detrás de tu silencio
cuando ya te has vaciado de amor entre mis brazos
y te quedas tranquila, fumando un cigarrillo
que siempre sabe dulce tras un orgasmo intenso,
feliz, como quien dice, si no fuera
por el olor del miedo que tienes a ti misma,
al día de mañana,
al después.
Anna Ajmátova
y Marina Tsvetáieva
Y no sé quién es la bestia,
quién el ser humano.
(Anna Ajmátova)
Anna Ajmátova andará ahora
seguramente al otro lado del dolor,
de la mano de Marina Tsvetáieva,
esa otra poeta que descolgaron de una soga
en un cuartucho solitario, a finales de agosto,
pero todavía el frío del invierno, ese otro enemigo,
lo conservaba en el alma junto al hambre.
no más peregrinaje por las calles heladas,
no más intentos por no hacerse notar
ateridas de miedo al miedo,
escondiendo en el pecho algún poema sospechoso
y la inocencia amenazada.
Así anduvisteis muchas veces en busca de noticias
formando parte de una fila de mujeres que callan
para no molestar a los que informan
si el marido o el hijo está en siberia
o si no está en ninguna parte.
Permaneced ahora en el predio invisible
a resguardo de aquellos largos años lamentables
de los que nadie habla;
no sentiréis detrás los pasos de unas botas,
ni nadie llamará a ninguna puerta
en medio de la noche.
Quiero creer que estáis por fin a salvo
donde no existen versos bajo sospecha.
“Algo huele
a podrido en Dinamarca”,
Hamlet
Dondequiera
el dolor siempre huele a podrido.
Visita inoportuna
Te fuiste de mi vida pero de vez en cuando
me llega tu visita impertinente.
La memoria no se da por vencida.
¿Por qué te me apareces cuando estaba segura
de que ya te habías ido
con todo el equipaje de la desolación?
Amar es fácil,
lo difícil es arrancar los restos del amor
cuando se quedan impregnados
entre pecho y espalda.
Permíteme olvidarte.
El Verbo no creado
Ay de los que vivimos conjugando ese verbo
que a Dios se le olvidó pronunciar en medio de su euforia
al separar el caos de la luz;
ay de los que tratamos de llenar
ese espacio sin nombre,
de articular el vocablo absoluto
que se llevó consigo a la inmortalidad
—porque nos diste la palabra y también la soberbia—
y nos quedamos como una anotación al margen,
reescribiendo una frase tenazmente incompleta
por más que se desboquen las palabras,
que pugnen entre ellas
por salir de una víscera escondida
donde conviven la mansedumbre y lo terrible.
un verbo redentor que tire de nosotros
sacándonos del fango del destierro
que inventamos un día y para siempre
movidos por esa vocación a la infelicidad.
nadie nos expulsó: escogimos la culpa
porque de las herencias no somos responsables.
Y mientras tanto
conjugamos erráticas acciones
que discurren por sinuosos caminos
en busca de ese verbo que Dios no pronunció.
Lilliam Moro (La Habana, 1946). En 1965 obtuvo el Primer Premio de Poesía con El extranjero en un concurso entre las universidades de la Isla. Perteneció al grupo de escritores de Ediciones El Puente. Fue profesora de Literatura de preuniversitario y sus críticas literarias y poemas se publicaron en la prensa periódica de la Isla. En 1970 se marchó a España, donde ha vivido más de cuatro décadas. En 2011 traslada su residencia a Miami.
Ha publicado los poemarios La cara de la guerra (Madrid, 1972), Poemas del 42 (Madrid, 1989), Cuaderno de La Habana (Madrid, 2005), Obra poética casi completa (Miami, 2013), Contracorriente, ganador del Premio Internacional de Poesía “Pilar Fernández Labrador” (Salamanca, 2017), El silencio y la furia (Miami, 2017), Tabla de salvación (Madrid, 2018), Viaje hacia el horror (Madrid, 2018). Su primera novela En la boca del lobo obtuvo el Premio de Novela “Villanueva del Pardillo” (Madrid, 2004), y fue tema de estudio durante dos cursos en la Facultad de Filología de la Universidad de Sevilla. También es autora de varias ediciones críticas de clásicos de la literatura española como El Quijote, de Miguel de Cervantes, y de artículos culturales y de crítica literaria. Su obra ha sido publicada en numerosas antologías y revistas. Sus últimos libros publicados fueron su segunda novela Las reencarnaciones de Mamá Inés y el poemario Ese olor a después (Miami, 2020).
Falleció en su residencia de Miami el 14 de marzo de 2020.