Dulce Apocalipsis y otros poemas
MARGARITA GARCÍA ALONSO
Dulce Apocalipsis
Ven,
ponme
de nervios.
Desmiente que eres
asalariado de la zona oscura,
que escuchen
las ovejas del acantilado.
Estoy por dispersarme,
en la noche caos,
al amanecer perdida,
cada mediodía orden
contrariado de desorden,
y a la inversa,
ecuaciones simples,
acabadas como
feto a término
que parte sin
ver luz
pie sin tierra cojea,
mano sobre mesa cae,
llama a esto depresión
instantánea, cuando es
geografía de barco
que surca océano.
El trepador sin suela
ofrece
lengua recubierta,
casi cumple cuota,
en el mástil alpargatas.
Sacrificio inútil,
imita racimo de uva,
y el viñedo ebrio
aclama pepitas de ají,
polen en frasco
-repetirá hasta que parezca cierto,
qué cansancio-
Humano reptilíneo
busca estrella
en papel rosado
de retrete,
ambientador de jazmín
cuarto insonorizado,
purificador de agua,
aclara idea de denuncia,
¿algo queda del martirologio
que no ha explotado?
el cromosoma indica
'habitante', no cartel,
no jerarca, no influir
sobre Hombre.
Tiembla,
la palabra en desuso
mastica visiones,
lengüetea polvo,
mientras desliza la tempestad
trituro cristal de ojo,
pero entra y golpea,
niega tres veces,
fragmenta.
Es hora del Apocalipsis,
si sucumbes,
fue un placer huir,
no parecerme.
Si te salvas,
sube al tiovivo y gira,
gira
con los muertos.
Simplicis hominis
I
Una caja de resonancia
en medio del prado,
entre vacas mugientes,
apestosas
chorreantes de baba.
Te espero en esa dirección,
no fingas litúrgico drama.
II
Liber divinorum
operum simplicis hominis
Hildegarde descifra
Código Natura,
pero no libera
a la miniatura que dicta
descripción desordenada
de plantas y animales,
solo convence
de inutilidad,
si al menos estuviese destinada
a un propósito,
a un remedio,
si hubiese legado
cuerpo a la ciencia
pero qué hacer con un órgano
que ha fumado biblias,
pertenece más a la historia
del totalitarismo
que al geólogo
o al traductor.
Aquí, por ejemplo,
gotea tinta negra
con la misma virtud
que fluye sangre menstrual
de Hildegarde de Bingen,
una pera de goma y una trompeta,
al presionar la pera escribo
y sale aire, sale, se posa en
la verde brizna del suelo
mientras la prostituta
amamanta
con leche de cordero
al bebé regordete,
lo nutre con soltura
a dos pasos de
la cabeza desprendida
de María Antonieta
semejante a calabaza,
fruta con grano afuera,
grano exótico
que exhuma jugo
rojísimo y hace charco
aún con el cuerpo caliente,
ninguna decapitada importa.
El corazón ha descendido
al estómago,
si el sufrimiento empeora,
dice Hildegarde,
introduce una esmeralda en la boca,
humedécela,
traga saliva calentada
por la piedra
traga y escupe,
alternativamente,
y al hacerlo contrae
y dilata el cuerpo,
pero no tengo esmeralda,
solo piedra verde,
musgo meado
por lobos
y afuera llueve,
ninguna bestia se arriesga
a entrar en mi mente
si desobedezco,
un coágulado de sangre
destruirá mis dientes,
y la malignidad del Hombre
traspercerá mi encía.
¿Cuántos amigos quedan?
este murió en noviembre,
aquél se fue bloqueado en Facebook,
otro se suicidó
mientras yo buscaba
higos maduros,
higos morados sin avispas,
sin larvas de insectos.
Frente a un restaurante idéntico
a un poeta a la moda,
mi negocio abre
y cierra cada diez minutos
en signo apocalíptico
mientras asciendo/
desciendo escaleras,
me nombran
en el megafone,
en segundos estaré
sin arriba, sin abajo,
sin saber quién ofrece perdón,
quién ofrece cualquier cosa.
En la playa, Rimbaud
reza para que desparezca
la palizada
el pueblo bajo niebla,
la vieja
con rosario luminoso
desciende la colina
y ora
el marinero
limpia ostra y ora
también el viejo
con el traje de su funeral
desciende hasta la costa,
y junto a Rimbaud
no vuela pajarraco.
Margarita Garcia Alonso Poeta, narradora, artista visual y periodista (Matanzas, Cuba, 1959, reside en Francia desde 1992) Madre de Laura.
En Cuba fue directora del semanario cultural Yumurí y editora para Casa de las Américas. Licenciada en periodismo de la Universidad de la Habana. Máster en Industrias gráficas en Francia.
Poemarios: “Sustos de muchacha”, Ediciones Matanzas, 1988. “Cuaderno del Moro”, Letras Cubanas, 1990. “Mar de la Mancha”, 2009. “Maldicionario”, 2011. “La costurera de Malasaña”, 2012. “Cuaderno de la herborista”, 2012. “El centeno que corta el aire”, Betania, 2013. “Breviario de margaritas”, 2014. “Cuaderno de la vieja negra”, “Zupia”, 2016, y Muestrario de Sirik, compilación de poemas, 2017, en Editions Hoy no he visto el paraíso. “La aguja en la manzana”, edición bilingüe, (francés, español), en L’échappée belle edition, Paris, 2011. Racolta di margherita, Edizioni Saltilibro, Roma, 2017.
Noveletas para niños: “Garganta”, y “Señorita No y señora sí”, 2011. Las novelas: “Amarar”, Ediciones El barco ebrio, 2012, y “La pasión de la reina era más grande que el cuadro”, 2012. En la categoría Arte: “Isla, el libro imposible” junto a Maya Islas, y “Cierta idea de la justicia”, así como el primer libro ilustrado sobre la obra de José Lezama Lima: « Lezamillos habitados ».
Aparece en la Antología de la poesía cubana del exilio, Aduana Vieja, 2011; en “Catedral sumergida”, poesía cubana contemporánea escrita por mujeres, Ed. Letras Cubanas, Col. Biblioteca Literatura Cubana, La Habana, 2013. Ha realizado numerosas portada de libros para reconocidos autores de la Literatura cubana.
Premios de poesía José Jacinto Milanés, y Bonifacio Byrne. Primera mención de poesía, 13 de marzo. Premios de Poesía y narrativa en los Encuentros Nacionales de Talleres Literarios. Premio Néstor Ulloa, y 17 de mayo de poesía, Cuba. Premio de la Taberna de poetas franceses, 2006. Entre otros relacionados con su trabajo visual.