Nudo gordiano y otros poemas
WHIGMAN MONTOYA DELER
Nudo Gordiano
Atados de pies y manos
un nudo en la garganta.
La pena, el hambre
o simplemente el amarre sobre nuestros pasos
en la colegiala: su cabeza y su cinta
o el nudo del kimono viril
devenido metal en la cintura espía
ese que te regula tras la puerta de tu casa
a la salida de tu patria o a la entrada.
Tantos nudos pueden ser tan intensos
/que desaten
pisemos los cordones
y no podamos agacharnos.
¡Tanto nudo gordiano debe ser cortado!
¡Tanta mano y poco filo!
Un Alejandro
da igual cómo se haga
pero uno grande
frente al que ató con astucia
a una isla
su lanza y su yugo.
Esquejes
Si acaso pudiera ser como un arbusto
preferiría la Acacia del Negev
de mi inhóspito sur erosionado.
Si tuviera tan sólo pocas ramas
cortaría primero los brotes
algo similar a una uña
siempre por debajo de un nudo
quizás una falange:
el nacimiento de un hijo
bien vale perder parte de un dedo.
Si no brotara, quitaría las ramas tiernas
tal vez mi labio inferior que tanto adoras
o mi lóbulo de Buda.
No importa que se vaya la suerte
con tal que me naciera un hijo.
Si tampoco se diera
renunciaría a los tallos más gruesos y fuertes
¡seguro serían mis manos!
qué importa si no escribo unos versos
tan solo si tuviera un hijo.
Aún, de no nacer, amputaría las estacas
tan seguro como todavía estar de pie.
Qué importa que mañana no pueda
si de un brote, una rama, un tallo
o una estaca, me naciera un hijo.
Humo
Quercus ilex,
Leña sagrada
Yo quería una bendición
una descendencia numerosa
pero ya había un altar sobre aquel cerro
y una leña
y la bendición atada sobre la leña.
Un cuchillo enmudece la lengua del ángel
que no me llama por mi nombre.
Yo también tenía temor de Dios
y con frecuencia me quitaba el guante
de mi mano derecha.
Tú hacías llover lazos sobre los pecadores
y yo desataba el laberinto de mi garganta.
Entonces me hablaste
y toda arena y estrella de promesa numerosa
se hizo humo.
El fusilado más hermoso del mundo
Adansonia grandidieri
Falo de mayo coronado en cian.
Ni aun marcados por las balas
los muros de piedra dejan de ser de muros
ni las piedras dejan de ser piedras.
La tapia a sus espaldas
miles de ojos afilan sus cañones.
No hay desnudo más bello que el de la piedra
sobreviviente a los siglos
la ola o el viento la desviste y cincela
el faro y la isla por testigos.
Yo también tiré la piedra
escondí la mano del decreto
en mis profundos agujeros
mano-tubo de lava
luego
garra de mis deposiciones.
Él era el fusilado más hermoso del mundo
lo desnudó mi palabra reductora
pero él estaba ahí
como una estalagmita que sale de su cueva
propia luz
con su verdad de a gota.
Ni aun abrazado por los plomos
su cuerpo de sangre dejó salir las balas
él fue su propio muro
pecho de muro.
La última cena
Cuscuta americana
Maraña de tallos finos,
penetrante hasta los tuétanos.
Cuando la carne del sacrificio
esté por llegar a nuestras mesas.
Cuando ya nuestra carne no sea más
el martirio demandado por otras lenguas
que son como cuchillos
en nuestras manos
clavadas
por el ateísmo de los panes y los peces.
Cuando hayamos abierto las gavetas
y emane la renuncia
el deje a tenedor
a óxido en nuestras bocas.
Entonces
veremos a nuestros nietos
amolando los cuchillos
afilándose los dientes
y nosotros
con ese sabor amargo
de no haber cortado la mano
del ladrón con tridente.
Para adquirir el libro: https://a.co/d/a7ERk25
Whigman Montoya Deler. Licenciado en Letras por la Universidad de Oriente, Cuba, 2000. Master en Estudios Cubanos y del Caribe. Universidad de Oriente, 2006. Ha sido profesor de español como lengua Extranjera por más de 14 años en la Universidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba, la Universidad de La Habana y Tianjin Foreign Studies University, Tianjin, China donde además impartió Literatura Española y Latinoamericana. Fue profesor de Historia de la Cultura de Iberoamérica y el Caribe en la Facultad de Español como Lengua Extranjera de la Universidad de La Habana. (FENHI) Obtuvo una mención en la 16 edición del concurso de Poesía Luisa Pérez de Zambrana en el año 2001. Se dedica a la investigación en la enseñanza del español como Lengua Extranjera y al tema de la mujer en la Cuba Republicana. Ha publicado el libro titulado “El Lyceum y Lawn Tennis Club: su huella en la cultura cubana”, 2017 UnosOtros ediciones y los poemarios “El oscuro bosque de mis manos”, 2019 Ediciones Laponia y “Nudo gordiano” 2021 Ediciones Laponia y la segunda edición ampliada de “El Lyceum y Lawn Tennis Club: su huella en la cultura cubana”, 2022 Ediciones Laponia. Ha publicado sus trabajos en las revistas digitales: La Experiencia de la Libertad, La Libélula Vaga, La revista del Instituto cubano de ciencias culturales de la diáspora, la revista Ekatombe, Hypermedia Magazine, Revista Raíces, Árbol invertido, Poetripiados,Trasdemar, Isliada y Cardenal, entre otras. Ha colaborado en la antología poética “Impertinencia de las moscas”, Miami y la antología para temas LGBTQ “Orgullo e identidad”, auspiciada por la Revista Cardenal. Es editor y codirector junto a Jorge Venereo Tamayo de Ediciones Laponia, LCC Huston, Texas.