Entrevista a Juan Manuel Salvat
LUIS DE LA PAZ
Insularis Magazine reproduce la entrevista que le hizo Luis de la Paz a Juan Manuel Salvar en el 2001 para Diario Las Américas. Esta entrevista, más un centenar más de ellas, se recoge en Soltando sorbos de vida: Cuba en el exilio (1998-2013), publicada precisamente por Ediciones Universal en el 2017.
A veces basta pronunciar un nombre y ese nombre lleva implícito todo lo que representa una persona. Ese es el caso de Juan Manuel Salvat, quien a través de Ediciones Universal, ha impulsado la cultura cubana. Su librería, situada en el punto central de La Pequeña Habana, es un lugar de reuniones y debates sobre la realidad cubana, el exilio y futuro de Cuba.
Desde su fundación, en 1965, la editorial ha publicado más de 1000 títulos en 18 diferentes colecciones, y ha dado a conocer a autores cuyos libros han alcanzado resonancia internacional, como Carlos Victoria, y publicado las primeras ediciones de libros valiosos, como El color del verano y El asalto, ambos de Reinaldo Arenas.
Y aunque el negocio de los libros pueda parecer un trabajo ajeno a la lucha por reinstaurar las libertades en Cuba, Salvat entiende que su profesión «me permite mantenerme cerca de la cosa cubana». Y así es. Gran parte de la historia cubana del exilio se ha publicado en Ediciones Universal. Numerosos análisis sobre la problemática social de la Isla se han escrito en el exilio y publicado en el exilio, en la más sólida editorial cubana del destierro, como los trabajos investigativos de Enrique Ros.
Juan Manuel Salvat nació en Sagua la Grande, Cuba y estudiaba derecho en la Universidad de La Habana cuando comienzan los radicales cambios que imponía la incipiente dictadura que 42 años después todavía prevalece en la Isla.
Cuéntenos de su participación en lo que se conoce como la primera protesta de estudiantes en Cuba contra el régimen de Castro.
Yo era vicesecretario general de la escuela de Ciencias Sociales y Derecho Público de la Universidad de La Habana, o sea, que era parte de la FEU (Federación Estudiantil Universitaria). Un grupo de estudiantes nos enteramos que Anastas Mikoyan, que estaba de visita en Cuba, iba a poner una ofrenda floral ante el busto de Martí en el Parque Central, y nos pusimos de acuerdo para hacer un acto de desagravio al Apóstol, pues sabíamos que Mikoyan había dirigido por parte de Rusia la invasión a Hungría en 1956, que había costado muchos muertos.
En aquel momento nosotros no pensábamos que la revolución era comunista, o que tenía un giro totalitario. Fidel Castro asumía cada vez más poderes, pero todavía teníamos la idea de que la revolución podía ser buena. Tan es así que nosotros fuimos con carteles que decían ¡Viva la Revolución! ¡Abajo el comunismo!, pero la policía nos estaba esperando y nos golpearon y nos arrestaron. Estando en Seguridad del Estado, y por la forma que se conducían los interrogatorios, me di cuenta por primera vez de que la revolución era comunista, y que Fidel Castro pretendía implantar un régimen totalitario en Cuba.
¿Es cuando se crea el directorio estudiantil?
En efecto. En aquel entonces formamos el Directorio Revolucionario Estudiantil y continuamos en la confrontación. Poco después de lo del Parque Central, ponen en la Universidad una estopa con balas y explota. Nosotros no estábamos en aquel entonces en una acción violenta, no teníamos nada que ver con el explosivo, pero el partido convoca a una manifestación para que nos expulsen, nos gritan paredón y una turba nos acosa. Poco después se emite una orden de arresto contra nosotros.
Yo me asilo en la Embajada de Brasil, y tras salir al exilio continúo la lucha contra Castro. Regreso clandestino a Cuba, y vuelvo a Estados Unidos a través de la Base de Guantánamo. Participo en algunas acciones armadas, pero en 1965, nos cierran una base que teníamos en Santo Domingo, República Dominicana, donde nos entrenábamos. Cuando estábamos listos para comenzar las acciones, la Embajada americana presiona y nos cierran la base. Ese fue un duro golpe, pues nos quedamos sin recursos.
¿Cuándo comienza su relación con el mundo de los libros y de dónde surgen los nombres de las colecciones?
Empezamos con un catálogo que enviábamos por correo que algunos llamaban «editorial la cañona», pues yo le enviaba el catálogo a mis verdaderos amigos con la cuenta, así que les vendía los libros a la cañona. Después abrimos una librería en la calle 8 y la 24 avenida. En aquel entonces abríamos hasta las 10 de la noche y Ana Rosa Núñez nos visitaba todos los días y conversamos e iniciamos los planes de publicar libros. Nuestro primer libro fue un folleto con una encíclica del Papa Pablo VI, pero con el nombre de Ediciones Universal iniciamos el catálogo con Poesía en éxodo. Desde entonces ya hemos publicado más de 1000 títulos.
Para el nombre de las colecciones debo volver a Ana Rosa. Si iba publicar una novela ella me decía vamos a ponerle Caniquí por la novela de Ramos, Polymita, la colección de crítica literaria, por las polymitas cubanas, Espejo de Paciencia por ser ese el primer poema cubano. Fue ella la que bautizó la mayoría de las colecciones.
Su condición de editor lo ha puesto en contacto directo con figuras muy importantes de la literatura cubana. ¿Puede referirse a algunas de ellas?
Cada escritor impresiona de una manera especial. Ponerse a conversar con Enrique Labrador Ruiz es algo tremendo, sobre todo si ibas a un bar y te tomabas un trago con él. Era una experiencia extraordinaria. Recuerdo que un día fuimos a un bar donde estaban Labrador, Cabrera Infante, Montaner, Arturo Villar, Fernando Viera Trejo, y yo quedé muy impresionado. Yo iba con un amigo, Nelson Amaro, y nos sentamos los dos a escuchar el intercambio de aquel grupo de escritores, periodistas y personajes. Fue una maravillosa reunión que nunca he olvidado.
Otro escritor que era una gran satisfacción sentarse a hablar era Leví Marrero, con quien se aprendía y se disfrutaba mucho. Cabrera Infante, no hay que decirlo. Con él cada momento no sólo se aprende, sino que te ríes, gozas la cantidad de salidas que tiene.
¿Se podría esperar un libro de Juan Manuel Salvat hablando de sus experiencias?
Creo que sí. Eventualmente un día me sentaré a escribir. Me gustaría sobre todo intentar interpretar el proceso de lucha contra Castro. Hay una serie de aspectos en los que me gustaría volcar ideas y poder tratar de explicar todo este proceso. Creo que ha sido un proceso de muchos sacrificios de muchísimas gentes, de tantísimos mártires que yo no quisiera que cayeran nunca en el olvido, porque realmente esta tragedia se ha alargado muchísimo, y hay una cantidad de cubanos que lo ha dado todo por la libertad de Cuba.
(septiembre de 2001)
DESPUÉS DE LA ENTREVISTA (actualizado). La Librería Universal cerró sus puertas en el 2013, pero su sector editorial Ediciones Universal, ha continuado. Salvat falleció el 26 de noviembre del 2024 en Miami. Nunca publicó sus memorias.
Luis de la Paz (La Habana, 1956). Escritor y periodista residente en Miami desde 1980, cuando salió de la Isla durante el Éxodo del Mariel. Premio Museo Cubano de Ensayo, Premio Lydia Cabrera de Periodismo y accésit al Premio de Poesía Luys Santamarina-Ciudad de Cieza, Murcia, España. Ha publicado los libros de narrativa Un verano incesante, El otro lado, Tiempo vencido, Salir de casa, Del lado de la memoria y Al pie de las montañas. En poesía De espacios y sombras, Imperfecciones del horizonte y Of Space and Shadows. Además varias recopilaciones como Reinaldo Arenas aunque anochezca, Teatro cubano de Miami, Cuentistas del Pen, Soltando sorbos de vida y La floresta interminable.