Donde termina la desesperanza y otros poemas

RAFAEL VILCHES PROENZA

Donde termina la desesperanza

Ha muerto Ray Bradbury,

todos brindan con vino del estío.

Ayer murió una muchacha atropellada por un camión,

la prensa no ha dicho nada.

No me abraza bandera alguna.

Cualquier tumba me cobija.

Quién soy. Penélope. Ulises. Beatriz.

Juan Clemente Zenea. Rafael López Maldonado.

Si yo besara a mi mujer.

Si le hablara despacio al oído.

Ella es un calambre en el corazón,

una estocada al vacío

y yo solo soy el hijo de los Proenza Socarrás

nacido en recóndito paraje

donde no se conocen albatros,

jarrones chinos de porcelana.

Y si solo es una Milena

que mira mis lágrimas en el agua del pozo.

Y si yo como Franz padezco de los pulmones,

del frío temblor del otoño

que arrecia con la caída del cuerpo mío

en cada estación.

Hoy estoy triste, el amor pende de un hilo.

Nadie bebe conmigo el vino del estío.

Todo en la mesa de un café

Me dices: sal del dolor y respira.

He mirado en tus ojos otras praderas,

otros campos roturados, aves comiendo de tus manos.

Sencillo es abrir una ventana en el corazón.

Rememorar calles, mercales, árboles, pájaros,

amantes posibles e imposibles en noches y días pasados.

Ya nada será. Ya nada volverá más que tu ausencia.

Y si no vienen sobre mis noches bandadas de soles

Con estas manos amé

enmarqué entre besos

los rostros de mis hijos.

Mónica Angelino

Sé del miedo cuando gritan mi nombre.

Alejandra Pizarnik

Estoy con Dios, contigo, mayo aguarda, toca las rejas de mi celda,

ayer nos fuimos de parque, una tarde con risa, los niños, ahora te

extraño hasta en sus golosinas. No sé en qué escondrijos Alejan-

dra guarde sus barbitúricos, la soledad nos divide, hace raquítica la

cena, la añoranza de tus ojos diurnos no me deja dormir, no quiero

ver la arena del olvido, la nada cerrarse sobre mí, amontonarse el

mar en mis pupilas, ¿y si nos despedimos para siempre?, ¿y si eres

solo el rostro de una muchacha por las calles de otra Isla?, ¿y si

tocas un árbol, una flor, otro cuerpo?, ¿y si acontece lo inesperado?,

¿y si dejas todas mis tardes en nada? Solo conozco las riberas del

Cauto. No es mérito estar triste. La casa se hunde, Dios. Las lluvias

del próximo año no dejarán morir los animales que pastan sobre

los días de tu cuerpo, los hijos no permiten que la rutina devore la cicu-

ta, pastoreo sus vidas, juntos nos sostenemos en casa, deshacemos

la demora, árbol donde descascarar la ausencia, el plumaje del día

se va a quemar en la noche, en mí anida la ceniza, fardo ordinario,

lo cargo veinticuatro horas, es minuto a minuto la espera, ¿acaso

has olvidado mis rastros?, bandadas de agonías se estrellan en el

pecho. Mi corazón aprisiona el dolor de mil manos.

Voyeur

Al otro lado de la cama ella nos mira,

y la dejamos.

La voyeur se mortifica en su rincón,

quiere naufragar en nuestras sábanas,

pero debe quedar en su orificio, escarbar en la tiniebla,

relamerse el sudor mientras mueve su mano incesante,

mortificada.

Y llora,

llora por la carne de mi carne,

se hace dúctil a la lengua de mi amada.

Se prolonga, el país se abisma entre sus manos,

al interior de sus ojos acechantes.

Soy Ulises, Penélope mi amada,

la voyeur zozobra presa del deseo,

punto de giro

entre nosotros y el vicio.

Se encandila, arde sensible como un pájaro.

Trina. Se estremece.

Baquero que aguarda

Amores míos, amen los amaneceres,

la aldea, los verdes campos,

las doradas espigas,

y en paz bendigan la buena-mala hora,

el exilio.

Yo, Gastón Baquero, digo:

amor mío.

Y callo.


Rafael Vilches Proenza (Cuba,1965). Reside en Madrid. Lic. en Artes plásticas. Narrador, poeta y periodista freelance. Miembro de Honor de la Unión Nacional de Escritores de España. Ha obtenido numerosos premios, entre los que sobresalen los de poesía Dulce María Loynaz por La luna entre nosotros (2019), y de narrativa Reinaldo Arenas por Sálvame si puedes (2021). Recientemente le fue concedido en España el 1er Premio del III Concurso Nacional de Poesía y Cuento CIEMPOESÍA (2024). Ha publicado además los libros de poesía: El único hombre (2005, Premio Nacional Manuel Navarro Luna), País de Fondo (2011, Premio Nacional Manuel Navarro Luna), Tazado en el polvo (2006, Premio Nacional Ciudad de Holguín), Tiro de Gracia (2011, Premio Nacional Emilio Ballagas), Dura silueta, la luna (2001), Lunaciones (2012, 2020), Café Amargo (2014), Antología de la Poesía Oral-Traumática y Cósmica de Rafael Vilches Proenza (2019), Dulce café (2020), De la Isla cárcel a la flor de la libertad (2023, bilingüe, portugués-español). También ha publicado varias novelas, entre ellas: Ángeles desamparados (2001,

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