Teatro cubano...punto de partida del teatro en español en Miami

WILFREDO A. RAMOS VÁZQUEZ

“La distancia es el precio de la libertad, y el teatro es su expresión”

Autor desconocido

 

Con este trabajo no pretendemos en estos momentos hacer un análisis exhaustivo del importante papel que ha desempeñado la labor de los teatristas cubanos en la creación de un ambiente teatral en esta ciudad, un estudio más pormenorizado y rico en detalles e información se impone y estamos trabajando en ello. No obstante, hemos querido adelantar algo al respecto, ya que los tiempos que corren, donde ciertos intentos de borrar y demeritar dicha historia, obliga a hacerlo para que se tenga presente y valore el camino recorrido por todos aquellos miembros de la comunidad teatral cubana que, desde hace seis décadas, han tratado de mantener viva esta manifestación artística lejos de sus fronteras naturales. ¡Abramos el telón!

Para acercarnos al teatro realizado en la lengua de Cervantes en Miami, nos vemos en la necesidad de hablar de exilio, de personas obligadas a abandonar su tierra natal debido a difíciles condiciones socio-políticas que han cercenado su calidad de ciudadanos libres, tenemos que hablar del exilio cubano.

Es a partir de la llegada al poder en Cuba de los llamados rebeldes, bajados de las montañas de la Sierra Maestra, en el oriente de la isla y la imposición de un sistema coercitivo, censurador y perseguidor de las libertades ciudadanas, que iniciará un éxodo masivo de cubanos hacia todas partes del mundo, pero principalmente en dirección a los Estados Unidos, siendo la ciudad de Miami el punto geográfico donde se asentará la mayor comunidad cubana, trayendo ello como consecuencia que en poco tiempo dicha ciudad viera una rápida transformación al calor de la llegada de más y más ciudadanos de la isla caribeña y que con ellos arribaran a estas costas sus costumbres, hábitos y cultura.

Formando parte de esta marea inmigrante, arriban igualmente artistas, en particular teatristas, que inmediatamente se darán a la tarea de entretener a su público, quienes vienen a abrirse un nuevo camino a base de trabajo y mucho sacrificio, por lo que no pierden tiempo y ya en un temprano 1965 subirá a la escena miamense la obra escrita y dirigida por Pedro Román, “Hamburguesas y Sirenasos”, comedia de tono satírica-costumbrista, la cual es considerada la primera obra teatral del exilio cubano.

Para 1967, Ernesto Capote, técnico de luces del famoso cabaret habanero Tropicana, transforma una gran arena de boxeo en la avenida 8 y la calle 4 del South West, en el Teatro Martí, una sala para mil espectadores, convirtiéndose rápidamente en el centro del reencuentro de esa comunidad emigrada. Dicha sala con el tiempo sufrirá varias modificaciones, convirtiéndose en espacios más pequeños, llegando a la cantidad de cinco, las cuales presentarán espectáculos teatrales y de cine al mismo tiempo.

La década de los años 70 verá una explosión de espacios y puestas de teatro, subiendo a las tablas de nuestra ciudad tanto obras de dramaturgos cubanos como internacionales en idioma español, algo que no tenía ningún precedente en este país, si lo comparamos con lo que sucedía de manera más modesta en las ciudades de Los Angeles, New Jersey y New York.

Al calor de este boom teatral cubano se crearán también entre otras, la Sociedad Hispano-Americana de Arte, la Sociedad Lírica Euterpe y la Sociedad Pro-Arte Grateli, las cuales llevarán a las tablas zarzuelas españolas y cubanas, así como operetas europeas y musicales norteamericanos.

Dentro de dicho movimiento escénico tenemos que destacar el trabajo que realiza el productor cubano Enrique Beltrán, al cambiar el nombre de un antiguo espacio que presentaba teatro en inglés, llamado Carrusel Theater por El Carrusel, trayendo por vez primera producciones de los escenarios de Broadway a Miami, pero interpretados en la lengua de Cervantes.

Un hecho importante a tener en cuenta para el teatro en español de esta ciudad, es la fundación en 1973 de Teatro Prometeo, proyecto promovido y llevado a cabo por la actriz cubana Teresa María Rojas junto a Eduardo Padrón, Presidente del Miami Dade College, creando de esta manera el primer y único centro de estudios de teatrales con un programa totalmente en español en todo el país, del cual se han graduado infinidad de actores que hoy se desempeñan en agrupaciones por todo los Estados Unidos y el cual ha subido a escena alrededor de cien títulos de autores internacionales y más de una veintena de dramaturgos cubanos. De dicho centro de estudios han egresado destacadas figuras como el reconocido dramaturgo Nilo Cruz, ganador de un Premio Pulitzer por su obra “Ana en el Trópico” y Mario Ernesto Sánchez, director del grupo Teatro Avante y del Festival Internacional de Teatro Hispano de Miami que ya va por su XXIX edición.

Las décadas de los 70 y 80 son pródigas en la creación de pequeñas salas de teatro, conocidas también como “salas de bolsillo” por su carácter íntimo, de las cuales, entre muchos otras ya que la lista es mucho más amplia podríamos citar: Teatrila, de Mario Martín y Norma Zúñiga; Arlequín, de José Vicente Quiroga; El Círculo, de Cecilio Noble; Teatro Amateur, de Paul Diaz; Studio 3, de Griselda Noriega y Teresa María Rojas; Los Juglares, de Sergio Doré; Taller de Arte y Drama, de Patricia Parra; CEMI, Repertorio VII y Teatro Miami, todas de Eduardo Corbé; Teatro 80, de Griselda Noriega y Rosa Felipe; ARCO, de Manolo Coego y Aurora Collazo; La Ronda, de Lourdes y Ernesto Montaner; Las Máscaras I y II, de Salvador Ugarte y Alfonso Cremata; Radio Centro, de Leopoldo Fernández, Garrido y Piñeiro; Teatro Avante, de Mario Ernesto Sánchez; Teatro 66, de Miguel Ponce; Sala Lecuona y Sala La Comparsa, ambas de Pedro Román, Orlando Lima y Armando Navarro; Creation Arts Center, de Pedro Pablo Peña; Casanova y Teatro 8, ambas creadas por María Julia Casanova y Bellas Artes, antes Teatro América, fundada por Mirella González y Néstor Cabell junto a otros colegas, dedicando esta última, desde sus inicios, una noche a presentar espectáculos de Drag Queen, llamados “Midnight Follies”, con los cuales el teatro hispano de esta ciudad se adelantaba en tiempo.

Estas salas mantuvieron una variada programación donde, como ya hemos dicho, los dramaturgos cubanos tenían gran prioridad como parte del mantener viva la cultura propia. Autores como Virgilio Piñera, Carlos Felipe, José Triana, Julio Mata, René Ariza, Matías Monte Huidobro, Raul de Cárdenas, Héctor Santiago, Pedro Monje Rafuls, Manuel Reguera Saumell, Reinaldo Arenas, René Alomá, Orlando González Esteva, Evelio Taillacq, Dolores Prida, Leopoldo Hernández, Carmen Duarte, Luis Santeiro, Mario Martín y otros, tuvieron muchas noches de éxito en las salas teatrales de Miami.

La década de los 80, trae una nueva gran oleada de inmigrantes cubanos a estas costas, sufriendo la vida de la ciudad un fuerte y brusco cambio en todos los aspectos, incluyendo el teatro, el cual se convirtió mayormente en superficial entretenimiento, dando paso a farsas y comedias ligeras de tipo popular-costumbrista con marcado acento de sátira política, que reflejaba la situación que acontecía para los cubanos en dichos momentos, en detrimento de un teatro más intelectual y artístico.

Los 90, fue para el teatro en español en Miami, un tiempo al cual pudiéramos llamar de ‘reposo”, donde Teatro Avante, Teatro 8, Bellas Artes y algún que otro espacio de escasa duración, trataron de mantener la vida teatral en español de la ciudad, aunque esos fueron los años de llegada a la mayoría de edad del Festival Internacional de Teatro Hispano de Miami, mostrando en nuestros escenarios destacadas compañías de teatrales provenientes de Europa, Latinoamérica y los Estados Unidos.

Ya con el comienzo del siglo XXI, el teatro en español en Miami reinicia su batalla por recobrar el terreno perdido y jóvenes teatristas cubanos junto a algunos de las antiguas generaciones, crean nuevos escenarios y es así como encontraremos a Ernesto y Sandra García con Teatro en Miami Studio -quienes crearon el TEMfest, estival de teatro local, desgraciadamente de poca duración- Yvonne López Arenal, con Akuara Teatro -quien se mueve de Los Angeles hacia esta ciudad- Yoshvani García con ArtSpoken Performing Arts, Juan Roca con Havanafama Teatro Studio -también llegado desde Los Angeles- Pedro Pablo Peña y su importante Hispanic Cultural Arts Center, Tony Wagner y Miguel Angel Abadía con el Centro Cultural Latin Quarter, Lilly Renteria con Teatro Abanico, Max Ferrá y Actor’s Arena en los predios del Miami Dade College North Campus -quien se mudó desde la ciudad de New York- Eddy Diaz Sousa con Artefactus Teatro, Belkis Proenza y su muy notable Casa del Té-atro y Reina Ibis Canosa con su White & Black Box, espacios que con mayor o menor duración han mantenido hasta nuestros días ese teatro en español iniciado por aquellos primeros cubanos llegados al exilio.

A esto tenemos que agregarle numerosas agrupaciones teatrales sin sedes permanentes, que se han movido a través de los diferentes espacios de la ciudad enriqueciendo el panorama teatral de la misma como Galiano 108 de José González y Vivian Acosta -quienes desde hace un tiempo radican en New York pero manteniendo su relación con esta ciudad donde se presentan asiduamente- La Ma’Teodora -que en algún momento y por muy breve tiempo contó con su espacio propio- de Alberto Sarraín; Antihéroes Project de José Manuel Domínguez, Ingenio Teatro, de Lilliam Vega, Miami Factory Theater de Erom Jimmy, además de numerosos directores que han ofrecido y ofrecen su trabajo en constante bregar, en contra de las difíciles situaciones que enfrenta el hacer teatro, entre los cuales podemos nombrar a Miriam Bermúdez, Larry Villanueva, Julie De Grandy, Rolando Moreno, Miriam Lezcano, Vivian Morales Erom Jimmy, Alejandro Milián, Leopoldo Morales, Yani Martin, Marcia Arencibia, Raul Acosta, Alberto Méndez, Marcos Casanova -quien antes dirigió por mucho tiempo Teatro- y otros.

Mención aparte merece Tania Martí, quien al frente de Martí Productions, trata de mantener la tradición comenzada por aquellas otras agrupaciones de carácter lírico ya desaparecidas, llevando a escena obras de dicho repertorio, así como conciertos de música clásica, popular y teatro dramático.

A todo este recorrido habría que agregarle también el que desde algún tiempo a esta parte vienen realizando actores y directores provenientes de diversos países de iberoamérica que han ayudado a enriquecer el panorama teatral en español de Miami, pero que entrar a analizar el impacto de estos últimos y su incorporación a la escena de la ciudad, sería parte del desarrollo de otro artículo, que incluya además a nuevos proyectos relacionados con los mismos, como el impacto para el teatro en nuestro medio del mundialmente conocido proyecto de MicroTeatro, llegado desde de Madrid.

El presente artículo, como señalamos al inicio, no es más que un breve recorrido por el devenir del teatro cubano en esta ciudad, el cual es parte de un trabajo investigativo mucho más amplio y profundo que merece el teatro hispanoparlante de nuestra ciudad, con vista a salvar tan importante legado cultural no sólo a nivel local, sino como parte de la cultura cubana en su totalidad, el cual esperamos que sirva de incentivo al interesado lector para entrar a profundizar en esta rica historia del teatro en español de Miami.

Miami, 31 de agosto de 2024


Wilfredo A. Ramos Vázquez nació en La Habana, Cuba. Crítico e investigador de teatro. Estudió Lengua y Literatura Hispanoamericana en la Universidad de La Habana. Trabajó como productor en el Teatro Político Bertolt Brecht de La Habana y fue también productor, asistente de dirección y jefe de escena en el Teatro Musical de Cámara. En la actualidad reside en Miami, donde ha trabajado como asistente de dirección y jefe de escena en el Actor’s Arena del Miami Dade College (North Campus) y se ha dedicado a la cobertura periodística y critica del teatro.

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